1 kilo de patatas.
9 huevos.
1 cebolla mediana.
Aceite de oliva.
Sal y pimienta a gusto.
Preparación
Poner al fuego una sartén honda con abundante aceite y cuando está caliente, echar las patatas, peladas y cortadas en láminas pequeñas y la cebolla cortada en juliana, salar y tapar la sartén. Mantener el fuego no muy fuerte, para que las patatas y la cebolla, se cuezan en el aceite. Cuando estén blandas y ligeramente doradas, pero antes de que se frían del todo, sacar de la sartén y escurrir el aceite.
En un bol batir los huevos, hay quien recomienda batir primero las claras, casi hasta punto de nieve, añadir luego las yemas y seguir batiendo hasta conseguir una buena mezcla.
Echar las patatas y la cebolla sobre los huevos batidos y remover para que quede todo bien mezclado. Sazonar con sal y pimienta probando antes.
Poner al fuego una sartén, que tenga un buen fondo para que no se pegue, echar dos cucharadas de aceite y cuando esté caliente, echar la mezcla de huevos, patatas y cebolla y extenderla bien. Bajar el fuego y mover con movimientos circulares para que la tortilla no se pegue. Dejar cocer hasta que se vea que empieza a burbujear.
Dar la vuelta a la tortilla con ayuda de una tapa o plato.
Si la sartén ha quedado muy seca, echar otras 2 cucharadas de aceite y cuando esté bien caliente, echaremos de nuevo la tortilla, dejándola resbalar cuidadosamente, desde el plato a la sartén. Menear de nuevo con movimientos circulares y dejarla cocer entre 1 y 2 minutos, dependiendo del gusto de los comensales. Hay quien emplea la prueba de pinchar con un palillo de dientes y cuando salga seco ya estará. Puede añadir si gusta jamón picado, panceta o tocino.
muy buena receta se las recomiendo
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